Primera meta: conocer qué y cuánto RCD se genera
La iniciativa implementada por el MOP es fruto del trabajo realizado en el marco de la construcción de la hoja de ruta de RCD para la construcción, coordinada por el programa Construye 2025, donde una de las primeras carencias que saltaron a la vista al iniciar el trabajo fue la falta de información fiable respecto de la generación de residuos de construcción, tanto a nivel público como privado. Por ello, una vez elaborada la hoja de ruta, una de las primeras tareas de la Dirección de Obras Públicas del MOP para implementar las metas fue homologar un plan de gestión de residuos aplicable a todas las direcciones del ministerio.
“Esto tiene un gran potencial, una vez que tengamos los datos, para saber en qué regiones generamos más residuos, de qué tipo, y eso va a abrir paso a nuevos mercados o a lo mejor a que se ponga una planta de reciclaje de áridos en una región donde hay una alta generación de este tipo de residuos, o de asfaltos, de hormigón, etc. Esto nos va a dar una diagnóstico de qué ocurre con estos residuos y qué podríamos hacer en el futuro”, explicó Evelyn Galdames, secretaria ejecutiva de Medio Ambiente y Territorio de la DGOP.
A esto se suma la trazabilidad de esos residuos, saber dónde terminan, lo que también será exigible a las empresas que se adjudiquen las concesiones del MOP. “Está absolutamente alineado a la hoja de ruta, ya que no solo vamos a poder conocer la cuantificación de residuos sino también la trazabilidad. Hay un eje que tiene que ver con el destino final de los residuos para disminuir los vertederos ilegales. Hasta hace 10 años te preocupabas que el residuo fuera a un lugar autorizado, pero este cambio de paradigma busca no solo reducir los residuos, ojalá poder reutilizarlos. Pensar el residuo como un nuevo material”, agregó Evelyn Galdames.
El objetivo es contar con esa información en un plazo de dos años, para luego avanzar hacia otras definiciones. La idea es que si por cada kilómetro de carretera se generan, por ejemplo, una tonelada de residuos, apuntar a poner metas de reducción de estos. Y si existe una industria o un mercado de valorización, fijar metas de reutilización de materiales de construcción, como el hormigón o los asfaltos.
“Este es también un cambio cultural, ya que significa empezar a ver a los residuos como subproductos o insumos en el ciclo de economía circular de la construcción y, para eso, debemos cambiar las filosofías de diseño y constructivas”, afirmó la directora de la DGOP.
En ese sentido, agregó Mariana Concha, “uno de los ejes de la Hoja de Ruta RCD es desarrollar estándares para el diseño y metodologías de la evaluación de proyectos públicos que incorporen criterios de economía circular, reparación, reutilización, remanufactura, entre otros, incorporando nuevos pilotos y ensayos con materiales reciclados en las obras públicas para fomentar su utilización, incluyendo estas alternativas en nuestro manual de carreteras y/o trabajando en las modificaciones normativas que corresponda. Para esto existe un gran compromiso de los Departamentos de la DGOP”.